jueves, 28 de mayo de 2009

El Sistema de Seguridad Social en Salud

EL SISTEMA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD NECESITA SER REPLANTEADO

La Salud en nuestro país luego de la Ley 100 de 1993 ha sufrido grandes cambios. Vamos a analizar durante este tiempo el impacto para algunos positivo y para otros negativo de la implementación de dicha ley y del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Durante los primeros años de funcionamiento se expiden las normas reglamentarias incluida la reforma del Ministerio de Salud y el fortalecimiento de la Superintendencia Nacional de Salud, se implementan las EPS, empresas prestadoras de servicios de salud provenientes de prestadores de servicios de medicina prepagada y emporios económicos poderosos de nuestro país, durante este periodo los empleados públicos y sus entidades de previsión se resisten a entrar en el nuevo sistema común, dando lugar a normas especiales de adaptación para algunas de estas entidades, otras se convierten en E.P.S. y la mayoría se liquidan.
En el régimen subsidiado se plantea un ejercicio transitorio para que los servicios de salud departamentales actúen provisionalmente, por un año, como aseguradoras, promuevan la identificación de los estratos más pobres de la población en cada municipio del país y les otorguen un carnet del Régimen Subsidiado.
Una maratón gigantesca de encuestas, familia por familia, se inicia en todo el país con el apoyo de gobernadores y alcaldes, de modo que al finalizar el año de 1995, se tenía identificado un millón y medio de familias por debajo del nivel de pobreza, para un total de 6.200.000 de personas, de las cuales fueron carnetizadas 4.680.000. La mitad fueron financiadas con nuevos recursos.
Luego se crean las ARS Administradoras de Régimen Subsidiado (EPS, Cajas de Compensación Familiar y Empresas Solidarias de Salud, estas dos últimas pueden convertirse en aseguradoras sin cumplir prácticamente ninguno de los requisitos exigidos a las Empresas Promotoras de Salud), con este mecanismo la cobertura en servicios del seguro subsidiado se disminuye, sobre el entendido de que los tratamientos no cubiertos quedan a cargo de los Hospitales Públicos, con base en los viejos recursos que aún recibían ”Situado Fiscal”. Queda cubierta la atención de primer nivel, la atención materno infantil en todos los niveles y las enfermedades de alto costo por un mecanismo de reaseguro (cáncer, sida, trasplantes, etc.).
Durante los años siguientes empiezan a proliferar las EPS y ARS, pero debido a que las afiliaciones en muchas de ellas eran bajas y los costos administrativos elevados evidenciando iliquidez y ocasionando la salida de muchas de ellas del mercado. Un ejemplo en el Departamento Caldas fue UNIMEC, que dejó una gran cartera morosa y una larga negociación entre los liquidadores y los hospitales con los cuales contrataron.
Este sistema eminentemente capitalista y favorecedor del capital privado ha llevado a que la prestación de servicios de salud desde la óptica del ministerio de salud haga que los hospitales públicos sean más competitivos (Atiendan mas población con menos recursos, perdiendo calidad en la atención), mientras las EPS y ARS privadas obtiene jugosas utilidades por administrar los recursos de la salud. Ahora no satisfechos con lo anterior se ha llegado a algo mucho más aberrante en el proceso de intermediación. Ya no se conforman con que un intermediario como una EPS o ARS contrate directamente con una IPS, sino que viene otra intermediación denominada por los profesionales de la salud como intermediación metastásica, es decir, un tercer intermediario. Estos terceros intermediarios, como no producen ni bienes ni servicios sino intermediación pura, necesitan ganar de la operación. Lo grave de esta situación es que hay intermediarios de este terciario o metastásicos que están pagando, no apenas se les presta el servicio, sino cuatro, cinco o seis meses después $1.350 pesos por consulta. Hecho que conlleva a la contratación sin garantías para los profesionales de la Salud. Hasta los años 70s, los profesionales tenían una profesión liberal, o sea, libre empresa, libre competencia; los años 80s, salario, prima, vacaciones, etc., etc.; En los 90 comienza la crisis del empleo y en los años 2000 ya no hay salario sino contrato a destajo. Con la reestructuración, todos los hospitales de este país los van a reestructurar y ya han reestructurado una buena parte, entonces, contrato a destajo, pero como no hay plata porque los recursos de oferta se acabaron y las ARS y las EPS no pagan, y por consiguiente los hospitales se atrasan en los pagos de sus empleados, pero estos tienen la obligación moral y ética inclusive de prestar el servicio, pero sin los honorarios, o sea que están trabajando por contratos pero sin honorarios y una persona que trabaja con contratos sin honorarios y que no le paguen pues es un trabajador que yo llamaría, de pronto exagerando mucho, un esclavo, porque tiene que obedecer y tiene que trabajar y no le pagan.
En conclusión, hemos sufrido mucho, en carne propia, este proceso; lo vemos en las universidades, públicas sobre todo, en los hospitales públicos; vemos cada día el deterioro tanto de lo tangible como de lo intangible, de lo material, como de lo espiritual, mientras nadie puede explicar cómo se tienen 22 millones de pobres y se le da carné a unos poquitos, o sea, se crea un privilegio para nueve, porque no alcanza para más, y se deja 14 sin esos privilegios, eso nos parece injusto, algunas personas dicen que a los vinculados les va mejor. Entonces, si a los vinculados les va mejor, pues no es justo con los que les dan carné. Esa subdivisión, es lo que no entendemos, y queremos una sola cosa, o vinculados todos, o subsidiados todos.
Pero si abordamos el tema desde el punto de vista de la financiación del Sistema de Seguridad Social en Salud podemos observar que proyecta un sistema de cobertura universal que busca sostenibilidad a mediano plazo con base en las contribuciones de los afiliados al régimen contributivo, apalancado en un componente de solidaridad que se percibe en la implantación de subsidios cruzados entre poblaciones de diferentes ingresos, así como la compensación de los riesgos a través de un plan de beneficios (POS), financiado a través del Fondo de Solidaridad y Garantías (Fosyga). Pero a pesar que en los últimos años la tasa de desempleo ha disminuido ostensiblemente (DANE) los aportes de los trabajadores al sistema no han sido significativos, esta situación según los analistas financieros se relaciona con la calidad del empleo generado. Viéndose el estado en la obligación de asumir con recursos de renta. Es así que para el año 2003 (Estudio realizado por Acosta, 2004) los recursos disponibles para la salud sumaban 14.7 billones de pesos, con una inversión para ese año del 9% del producto interno bruto de nuestro país uno de los más altos en latino América (DNP, 2005).
Para lograr la cobertura universal que es el fin del sistema (para que no hayan vinculados, subsidiados, subsidiados parciales) implicaría la inversión de 8.4 billones de pesos adicionales en salud, lo cual representaría un incremento en el gasto en salud del 57% y llegar a niveles de gasto cercanos al 14% del PIB, lo cual no es factible en un país como Colombia donde la inversión social en salud ya es muy elevada.
Algunas de las alternativas para abordar la Crisis del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) creado por la Ley 100 de 1993 pueden ser
Un proyecto de ley apoyado por el congreso donde todos los que hacemos parte de este sistema aportemos al mismo y a mejorarlo puede ser
Definición de la salud como derecho fundamental.
Eliminación de copagos ó cuotas moderadoras una de las dos grandes barreras de acceso al sistema.
Se acaba la intermediación que ha sido fuente de corrupción sólo se mantendrá un solo asegurador y se reincorporaren las Clínicas y Centros de Atención Ambulatoria al Seguro Social, (CAA) que le fueron expropiados por el Decreto 1750 de 2003, conformándose una sola empresa.
Fortalecimiento y refinanciación de la red hospitalaria pública. El colombiano podrá ser atendido en cualquier entidad pública y privada del país, con la sola presentación de la cédula.
Fortalecimiento de los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad como eje central del Sistema (programas de Salud Pública).
Implementación de un único Plan de Salud para todos los colombianos, sin establecer diferencias motivadas en el origen de la enfermedad (común o profesional.)
Creación de un Fondo de Recaudo que opera tanto a nivel nacional como a nivel departamental, que recoja las diferentes fuentes de financiación del sistema.
Recuperación de la autonomía del profesional de la salud y garantía de ingresos dignos y justos acorde con el servicio que presta.

Concientizar a todas las personas que pertenecemos a este sistema de hacer un correcto uso de los recursos, servicios, bienes e insumos que para la adecuada atención de todos están a disposición.